Ausencia sentimental

Ausencia sentimental

viernes, 27 de septiembre de 2013

Dulce melancolía


¿A dónde van los recuerdos? ¿A qué lugar has ido a parar?
Cuánto quisiera saber si en realidad aun vivo en tu corazón,
si al menos, en este día, ha pasado por tu mente el recuerdo de mi alma o de mi rostro enjugado en lagrimas; 
porque  a lo que se refiere a mí, a cada instante el viento me trae tu aroma, ese benigno aroma que me hace recordarte sin cesar.
Veo el sol, pareciera aliarse junto con el cielo y sus nubes,
 hace penetrar su luz a través de ellos, creando en frente del vitral de mis ojos la silueta de la princesa de mi platonismo.
Imagino que hasta DIOS, con un lápiz dibuja en el firmamento tu cuerpo.

Suele dolerme el corazón… en mis moches, tus noches, las que eran nuestras;
es simplemente acostarme y todo, de un momento a otro, es oscuridad, mis ojos se nublan, mis gestos destellan pesar…
amanece y contemplo otro día más que he pasado sin verte, pero son esas noches en las que mis oídos creen escuchar tu voz susurrándoles, me dices: te amo, quiero estar contigo; las estrellas titilan igualmente extasiadas por el momento en el que siento tus manos y tu persona cerca de mí.

Allí están tus ojos, qué hermosos luceros, qué hermosa te ves, me sonríes y tu cabello me cobija. Qué cálida eres, te dije, y me besaste. Mi alma por dentro celebra un festín,
pero… ¡oye!, ven, a donde vas no te marches, no me dejes solo… mira que hay demonios cerca de mí.
Ahora llora el alma, se ha abierto la herida y mis pupilas decantan ríos de dolor con manchas de sangre;
es verdad, la amarga verdad; había olvidado por completo que esta bendita distancia nos separa, olvidé que no te tengo cerca de mí.
Oh DIOS, Tú que diste al hombre el corazón, no permitas que olvide nuestro cariño,
 acá mi guitarra entonará en el silencio su recuerdo, dulce melancolía… sea real o no, exista o no aun ese amor.

Rarias
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